miércoles, 23 de enero de 2008

definición: madroñismo

dícese de la actitud de defensa de una o varias característica o elementos de Madrid por el simple hecho de ser originarios de la ciudad o identificarse con la capital de España y que pasarían desapercibidos para el madroñista si pertenecieran a cualquier otro lugar de España. Ejemplo: los madroños o una de las especies de árbol más insulsa (salvo cuando da frutos, claro).

Nota: si os gustan las definiciones, aquí tenéis unas cuantas más que escribí hace tiempo.

lunes, 21 de enero de 2008

El Imparcial, el periódico soñado... y olvidado

Escondido en una callejuela del centro bajo el gris de la suciedad, al lado de Tirso de Molina, está uno de mis edificios preferidos de Madrid. Aquel que albergó una vez El Imparcial, un periódico cuyo nombre vuelve ahora a estar de actualidad (relativa) en internet, por el lanzamiento de un nuevo medio digital homónimo.

Un nombre bonito... si fuera de verdad

Esta impresionante construcción tuvo un pasado glorioso. El propio Ortega y Gasset llegó a ser su director. Ahora, sus bajos albergan una oficina bancaria y un cine porno. Sobre ellos, la historia olvidada del periodismo en España que tal vez alguno más recuerde estos días, gracias al nuevo (y aparentemente viejo y rancio) proyecto de Luis María Ansón.

martes, 15 de enero de 2008

autoregalazo

los Reyes me han autotraído un regalo de los buenos. Lo adquirí ayer con el dinero de la pensión que mi abuela reparte entre sus nietos.

Las calles de Madrid, de Pedro de Répide, habla del origen de los nombres de todos los lugares del centro, hace un repaso de los acontecimientos principales que sucedieron en sus aceras e incluye citas de documentos antiguos.

Es una gozada, y para demostrarlo, ahí va un ejemplo al azar: calle de Carranza. Resulta que esta vía, que une las glorietas de San Bernardo y Bilbao era uno de los lugares preferidos por la Inquisición. Y es que, cuando las viviendas de Madrid acababan en la Puerta de San Bernardo y el resto eran campos, allí estaba el quemadero de infieles, el "brasero inquisitorial", como lo llama el Répide.

Con el tiempo, la ciudad creció y, en el siglo XIX, alguien quiso recordar el siniestro pasado de este lugar: le pusieron el nombre de Fray Bartolomé de Carranza, una víctima del tribunal de Torquemada. Carranza era un dominico que llegó a ser confesor de Felipe II y arzobispo de Toledo. Pero cayó en desgracia y la Inquisición le acusó de herejías en sus "comentarios sobre el catecismo cristiano". Tuvo suerte y, después de un largo proceso, fue absuelto. Pero murió en Roma poco después.

Así que, gracias al libro, he descubierto que la calle de Carranza es en realidad un homenaje a las víctimas inquisitoriales. Ya sé que es un poco freak, pero más aún lo es montar el otro regalazo de Reyes y no he dicho nada.