martes, 30 de septiembre de 2008

Biblos o el mejor kebap de pollo en Madrid

Lo conocí como la mayoría de buenos sitios, de casualidad, un día que buscaba algo que llevarme a la boca rápidamente y que, además, estuviera rico.

No pude estar más acertado: cuando me sirvieron el bocadillo enrollado en pan de pita y probé las bolas de pollo tiernas con queso de cabra me dije a mí mismo que (por fin) había encontrado un buen sitio de kebaps en el centro de Madrid.



El Biblos es un bar libanés que, además del fenomenal kebap de pollo (en realidad, ellos lo llaman taouk de pollo) tiene otros manjares que merecen mucho la pena: shawarma, falafel, platos de hummus y demás especialidades árabes. Para una comida algo más contundente, recomiendo los platos de pollo, falafel o shawarma, que se sirven acompañados de arroz o ensalada, además de las correspondientes cremas de garbanzos y berenjena.

Y de postre, un buen té libanés, que puedes acompañar de un baklaba (pastelillo árabe) que el dueño del local, un dicharachero libanés muy simpático, suele regalarte.

Corredera Baja de San Pablo (junto a la plaza Luna) cierran los lunes comidas y cenas De 3,5 € el kebap a 6,5 € el plato.

miércoles, 23 de julio de 2008

el falso trosky

Una de las primeras veces que caminaba por Gran Vía me llamó la atención uno de sus luminosos, en el que me pareció ver a Leon Trostky, el insigne dirigente soviético luego defenestrado y violentado (piolet mediante).

Por una extraña asociación de ideas, llegué incluso a interiorizar que el cartel estaba allí para rendir homenaje al líder caído (tal vez porque lo asesinó un español).

No volví a pensar en ello hasta muchos años después. Tardé tiempo en comprobar que, pese a que la imagen que tenía en mi cabeza del revolucionario se parecía mucho a la iluminada, y las siglas que lo acompañaban se asemejaban a cualquiera de las que utiliza la URSS (por la K, supongo), el de la imagen no era otro que el Coronel Sanders, fundador de la extensa cadena de comida rápida Kentucky Fried Chicken.

Nunca capitalismo y marxismo estuvieron tan cerca. En mi cabeza, al menos.

miércoles, 9 de julio de 2008

¡que me lo quitan de las manos!


Lo nunca visto: segundas rebajas a principios de julio... o en junio. La foto está tomada el día 30, en la Gran Vía. Mucha ropa en los escaparates y poco dinero en los bolsillos o, más bien, pocas ganas de gastarlo.

2008 es un año raro en Madrid. Los pantalones cortos hubo que guardarlos hasta junio, cuando otros años te los ponías sin problemas en mayo. Y ahora, con el mal tiempo y la crisis, las tiendas intentan sacarse de encima toda la ropa de temporada como pueden.

lunes, 26 de mayo de 2008

saltamontes en Gran Vía

Además de la habitual fauna urbana de esta capital, compuesta por el trío palomas-ratas-cucarachas, la primavera nos da alguna sorpresa.

El otro día encontré este pequeño animal en plena Gran Vía, frente a la tienda de Tous. Supongo que había venido de dar una vuelta desde Plaza de España y se había despistado. Como buen madrileño, subía por la calle con bastante celeridad, pero se paraba de vez en cuando en las tiendas.

jueves, 8 de mayo de 2008

silencio, se rueda

Madrid es un gran plató. El martes me encontré un rodaje en la óptica de la Puerta del Sol, la que está donde empieza la calle Alcalá. El miércoles había otro en Gran Vía, en lo que queda del Edificio Atlántico (y que se convertirá pronto en apartamentos de lujo).



Había mucho bullicio, decenas de curiosos, mesas de catering entre los escombros... actores con pinta de famosos a los que no conocía y algún que otro fané. Desconozco lo que estaban grabando. A mí, los restos de este edificio me parecen una localización perfecta para una escena después de un bombardeo.

Caminando calle abajo, adiviné a ver a Álex de la Iglesia (ocupaba mucho espacio físico, como para no verlo), de quien soy ferviente admirador por uno de sus trabajos. Parece que la zona es un auténtico imán de directores. Y si no, que se lo digan a Jim Jarmusch, que anduvo con Bill Murray grabando a 50 metros hace bien poco.

sábado, 3 de mayo de 2008

hoy igual que hace 200 años

Como el 2 de Mayo de 1808, un ejército ocupaba anoche las calles y plazas del barrio de Malasaña. No eran franceses, aunque su jefe tenga un apellido galo. Estaban allí para proteger a la ciudad y sus ciudadanos de las fiestas que hasta hace cinco años se celebraban, con gran jolgorio para vecinos y resto de madrileños que hasta allí acudían.

Lo que pude ver anoche fue decenas y decenas de policías municipales (40 o 50, calculando a bulto) embutidos en chalecos antibalas y con apariencia nerviosa. Cercaban la plaza del Dos de Mayo e impedían el paso de cualquier bebida alcohólica (pese a que lo que está prohibido en la ley antibotellón es beber, no llevar botellas cerradas por la calle).

El dispositivo policial no es nuevo. Este fin de semana cumple ya un año. Me llamó la atención lo absurdo que es mantener una medida así en un barrio que no es especialmente conflictivo ni por supuesto el único en el que se practican botellones. Algún día los policías desaparecerán, y volverá la situación anterior.

Un amigo me señaló ayer que, en el caso de que Gallardón hubieran vivido hace 200 años, se hubiera puesto de parte de los franceses. Seguro que lleva razón. No entiende que por la fuerza no se pueden cambiar las costumbres.

miércoles, 2 de abril de 2008

el restaurante chino de Plaza España

muchos lo conocen. Otros no tienen ni idea que en la entrada al párking de Plaza de España se encuentra uno de los restaurantes chinos más auténticos de Madrid.


Para llegar a él sólo hay que meterse en el Chinatown subterráneo madrileño, en los bajos de la plaza. Es probable que haya cola para entrar. No importa: el lugar es minúsculo, pero suelen liberarse sitios rápidamente.

El restaurante chino de Plaza de España (desconozco el nombre real, si alguien sabe chino, agradecería la traducción del cartel) es un lugar donde se come bien, barato y rápido. No busquéis grandes lujos en él: es un local casero, como de toda la vida, pero en chino.

En la carta, bastante escueta, se da la mitad del espacio a las sopas. No hay rollitos de primavera y los platos más destacados son, para mi gusto, la ensalada de tallarines, los vermicelli y las empanadillas. El pollo con verduras no está mal. También hay grandes defensores de su curioso pan con forma de pirámide.



La clientela es de lo más variopinta, pero abundan los gafaspasta y modernos en general, casi siempre bastante jóvenes, porque los platos son baratos (cuestan entre 3,50 € y 4,80 €) y con uno o uno y medio por persona comes hasta hartarte.

Como buen restaurante chino, te puedes pedir una cerveza local. Allí tienen la Tsingtao, una bebida bastante suave (tiene un cierto regusto a cerveza con limón). Para probar está bien, aunque yo sigo prefiriendo la Mahou.

Bajos de Plaza de España de lunes a domingo de 10.00 a 0.00 Unos 7-9 € por persona

jueves, 21 de febrero de 2008

consumido

durante estos días de consumo mudancero, a veces me pregunto si llega un momento en la vida en que la afirmación de este stencil se convierte en realidad. Está en Parque Oeste (Alcorcón), justo enfrente del Ikea.

martes, 12 de febrero de 2008

A las cañas! (parte II)

Vuelve la cita de moda para recorrer los bares de Madrid local a local, cerveza a cerveza.

La cita es, como podéis ver en el cartel, el sábado 16 de febrero a las 20.00. Estáis todos invitados (a venir, que no a las cañas, ojo).


Todas las respuestas a las preguntas, en este enlace. Y para apuntaros, en los comentarios.


A las cañas!

miércoles, 6 de febrero de 2008

los huecos que deja el top manta


está en el corazón de Lavapiés y se ha adaptado como nadie a top mantas, emules y demás universalizaciones culturales. Alquila decenas de películas made in Bollywood, un negocio que se me antoja meritorio a más no poder: a mí, todas las películas de este tipo me parecen iguales.

miércoles, 23 de enero de 2008

definición: madroñismo

dícese de la actitud de defensa de una o varias característica o elementos de Madrid por el simple hecho de ser originarios de la ciudad o identificarse con la capital de España y que pasarían desapercibidos para el madroñista si pertenecieran a cualquier otro lugar de España. Ejemplo: los madroños o una de las especies de árbol más insulsa (salvo cuando da frutos, claro).

Nota: si os gustan las definiciones, aquí tenéis unas cuantas más que escribí hace tiempo.

lunes, 21 de enero de 2008

El Imparcial, el periódico soñado... y olvidado

Escondido en una callejuela del centro bajo el gris de la suciedad, al lado de Tirso de Molina, está uno de mis edificios preferidos de Madrid. Aquel que albergó una vez El Imparcial, un periódico cuyo nombre vuelve ahora a estar de actualidad (relativa) en internet, por el lanzamiento de un nuevo medio digital homónimo.

Un nombre bonito... si fuera de verdad

Esta impresionante construcción tuvo un pasado glorioso. El propio Ortega y Gasset llegó a ser su director. Ahora, sus bajos albergan una oficina bancaria y un cine porno. Sobre ellos, la historia olvidada del periodismo en España que tal vez alguno más recuerde estos días, gracias al nuevo (y aparentemente viejo y rancio) proyecto de Luis María Ansón.

martes, 15 de enero de 2008

autoregalazo

los Reyes me han autotraído un regalo de los buenos. Lo adquirí ayer con el dinero de la pensión que mi abuela reparte entre sus nietos.

Las calles de Madrid, de Pedro de Répide, habla del origen de los nombres de todos los lugares del centro, hace un repaso de los acontecimientos principales que sucedieron en sus aceras e incluye citas de documentos antiguos.

Es una gozada, y para demostrarlo, ahí va un ejemplo al azar: calle de Carranza. Resulta que esta vía, que une las glorietas de San Bernardo y Bilbao era uno de los lugares preferidos por la Inquisición. Y es que, cuando las viviendas de Madrid acababan en la Puerta de San Bernardo y el resto eran campos, allí estaba el quemadero de infieles, el "brasero inquisitorial", como lo llama el Répide.

Con el tiempo, la ciudad creció y, en el siglo XIX, alguien quiso recordar el siniestro pasado de este lugar: le pusieron el nombre de Fray Bartolomé de Carranza, una víctima del tribunal de Torquemada. Carranza era un dominico que llegó a ser confesor de Felipe II y arzobispo de Toledo. Pero cayó en desgracia y la Inquisición le acusó de herejías en sus "comentarios sobre el catecismo cristiano". Tuvo suerte y, después de un largo proceso, fue absuelto. Pero murió en Roma poco después.

Así que, gracias al libro, he descubierto que la calle de Carranza es en realidad un homenaje a las víctimas inquisitoriales. Ya sé que es un poco freak, pero más aún lo es montar el otro regalazo de Reyes y no he dicho nada.