miércoles, 13 de diciembre de 2006

escarnio público: chocolatería Valor, una experiencia amarga

Centro de Madrid (al ladito de Callao), primera hora de la mañana de un frío domingo de diciembre cualquiera. Un grupo de personas hace cola frente a un cordón rojo vigilado por un portero con cara de pocos amigos que, cada cierto tiempo, permite el acceso a un pequeño grupo.

¿La nueva matinal de moda? No, es la chocolatería Valor, conocida por su chocolate "de marca", omnipresente en su amplio surtido de bebidas y postres.

"Entrañable y acogedoras, punto de encuentro de tradición y vanguardia", así define la web de Valor sus chocolaterías. Veamos si es cierto:

Al rico chocolate

El local que ofrece una (supuesta) mezcla de "tradición" y "vanguardia" con unos precios nada acogedores:

  • Chocolate con tres churros (oferta): 3.80 €
  • Chocolate especial 50% de cacao, empalagoso y medio frío: 3,95 €
  • Un churro blando: 1,50 €.
Espere su turno

El machaca de la chocolatería no tiene nada de "entrañable", a juzgar por las agradables perlas en forma de comentario que deja a los que aguardan en la cola:

El portero (ver flecha) con menos tacto al este del Manzanares

Señor que espera: Perdone, llevamos en la cola diez minutos y, al llegar, hemos visto que, al lado de la ventana, había dos mesas libres, ¿por qué tenemos que esperar?
Portero: Mire, señora, aquí tenemos gente que viene a diario. Como comprenderá, no vamos a hacerles esperar en la calle pasando frío por dejarles pasar a ustedes, que no van a volver.

(Efectivamente, no volvieron... y se fueron a desayunar a otro bar cercano, que era más barato y tenía un chocolate estupendo)

Conversaciones kafkianas

Si bien los empleados son extremadamente bordes con la clientela, este defecto se transforma en virtud a la hora de amenizar la velada, presentándonos jocosas actuaciones gracias la colaboración inestimable de los incautos que intentan consumir. Como muestra, un botón:

Señora que pide su desayuno: Quería un café y dos churros.
Camarera: La oferta incluye tres churros.
Señora: Ya, pero solamente quiero dos.
Camarera: Entonces, le advierto que no me queda otro remedio que cobrarle a 1.50 euros el churro.
Señora: ¿Le he preguntado yo cuánto me costaría? Le he pedido dos churros...

Hace falta Valor

Y como muestra de lo "acogedor" de las chocolaterías, un último caso: el de una pareja (él en silla de ruedas) que solicitaba acceder al local.

El portero, cumpliendo su labor de evitar problemas de espacio en el local, les comenta que es imposible "porque no tiene sitio". En este enlace, la pareja marchándose del local.


En resumen, un lugar rancio, antipático y totalmente prescindible. Eso sí, si los Príncipes visitan su fábrica para probar su chocolate, les tratan fenomenal. Claro que la mayoría de gente no pertenece a la familia real.
escarnio público es una sección abierta a cualquier persona que, harta de recibir un trato vejatorio de un determinado negocio o institución, quiere hacer uso del último pero reconfortante recurso de los indignados: la pataleta. Escribe un correo a esmadriz! si quieres publicar la tuya.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Didi, tu nuevo blog está genial y está sección es fantástica.
Ya no volveré a comprar chocolates VALOR.
Gracias por informar de estas cosas.

didi dijo...

bueno, hay que indicar que la crítica de la buena de R se refiere a la franquicia señalada. No se ha constatado que suceda lo mismo en el resto de chocolaterías Valor, aunque supongo que los precios serán los mismos.

Saludos y deja el nombre pa la próxima!

Anónimo dijo...

joder que chungo, mola, por lo comentado por R realmente hace falta VALOR para el hay a tomarse un chocolate con churros. Pero perosnas con prestigio, fama y belleza como el yo, pasan directamente sin esperar nada, nada.
jajjajajajja

Anónimo dijo...

Ya verás qué querella criminal te van a poner los de Valor.

R, ¿por qué aquí lo has contado con precisión y agudeza y el otro día en el teatro me metiste un rollo macabeo infumable?

maria dijo...

Ya no me puedo quitar el "Hace falta Valor", que gran lema!!

Por cierto, ayer hice referencia a esta crítica en mi blog, supongo que no te importa (pero puedes decirme lo contrario).

Creo que ya tienes una nueva visitante. Un saludito y sigue con los escarnios..

INTHESITY dijo...

Una vez no nos dejaron juntar dos mesas en una de estas chocolaterías de hace falta valor junto a Callao, nos fuimos claro. De donde han sacado lo de vanguardia? yo no he visto nada más tradicinal en los días de mi vida, más que el abuelo de los werthers original.

Anónimo dijo...

Hola soy Ele.
Fui el otro día a comprar un regalo a esas tiendas que, ya de antemano, nunca me han gustado (las veo demasiado horteras) llamadas Yves Rocher. Encontré, nada de mi agrado, una cestita para regalar que contenía una colonia, un body milk, un jabón y dos bolitas de aceite de baño y que costaba 13,90 euros. Como me parecía un regalo bastante adecuado para la persona a la que iba dirigido (no digo su nombre porque al final le compré una bufanda preciosa en H&M) y además se ajustaba a mi presupuesto decidí buscar un olor que me gustara, pues solamente había de coco, melocotón y otro bastante indescriptible. La señorita que se ofreció voluntaria para preparáme la cestita con los productos, me propuso la mora como alternativa y yo acepté.
"Por favor, pague en caja y ahora se lo envuelven", dijo la señorita muy amable.
Pero cuando voy a pagar me piden 16,90 euros.
Yo le digo que el precio que marca es de 13,90 y ella me responde que no puede ser, que no llevará jabón. Yo le digo que sí lo lleva y que me lo ha preparado una señorita. Ella le pregunta a una compañera que le diga lo que lleva la cestita, y como ve que tengo razón, me dice que "es que la gente cambia los precios". Yo ya le había dado 20 euros que ella tenía en la mano y la digo que hay 2 cestas más con el mismo precio. Ella le dice a la otra señorita que lo compruebe, y la otra dice que no que solo hay 1, entonces voy al lugar donde estaban las otras 2 cestas y la digo "perdona, esta y esta otra marcan lo mismo". Delante de mis ojos retira las cestas y las guarda. Yo alucinada la pido a la de la caja que me devuelva el dinero, que "no me gusta que me engañen, yo por ese precio no me lo llevo" y la intento cojer el dinero. Ella me dice que no sólo a mí. Yo eso no lo entiendo y la quito el billete de la mano y la pregunto que si engañan así a todas las clientas y, aquí viene lo mejor, ella me responde en un tono muy chulo y borde que lo que pasa es que yo no me quiero enterar lo que me está contando. Alucino!!! Me da la risa y saliendo de la tienda la digo: "pero qué cara tienes".
Siento haberme extendido, pero me mata y me indigna, que intenten engañar a la gente, aunque sea sólo por 3 euros.
Qué los 3 euros son míos, caramba!!!!!!!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

Aquí es que la peña no es más gilipollas porque no puede o porque no se entrena más.

R, tú es que no te has enterado de nada de lo que va la cosa. Estos tíos de la chocolatería Valor lo hacen cojonudamente. Yo suelo ir a menudo y esa gilipollez de que guardan las mesas para los clientes habituales no te lo crees ni tú. ¿Sabes quién es la peña que se queja y monta follones? Pues está claro, a los que no les dejan colarse y les dicen que hay que esperar como to er mundo. Tú es que debes ser de los caraduras que tecuelas las filas en todos los sitios y te jode que te pongan en tu sitio (o sea, al final de la cola) en algunos locales. Si no te gusta esperar lo que todo el mundo porque no te dejan colarte, vete a otro sitio en el que te dejen colarte, resabiao.

Por cierto, como decía, tú no te enteras ni de la misa la mitad. El chocolate con churros cuesta 3,80 euros, la ración de churros son cuatro churros (que por cierto SIEMPRE están calientes), y el desayuno de chocolate con churros es mucho más barato los días de diario, 2,30 euros, que es lo que vale en la zona. Si en el puto barrio de mierda en el que vives es más barato, pues quédate allí y d´´ejanos el centro a los que sabemos apreciarlo.

didi dijo...

creo que el comentario anterior dice mucho de los clientes habituales del local. Eso sí que es expresarse con respeto, educación y saber estar. Será amigo del portero.

Miquel dijo...

Lo de las franquicias con encanto artificial aterra...

Karine dijo...

A mi me negaron el acceso una tarde porque no habia sitio para pasar con el cochecito de mi hijo. En que siglo vivimos??

Anónimo dijo...

Muy bien por escribir tu opinión y a todos los que difundís este trato tan peculia que tienen los empleados de las chocolaterias Valor.
Menuda vergüenza!
y lo del chico con la silla de ruedas con foto incluida, increible!

menuda gentuza los de Valor, y encima van de "lujosos"...

puajjjjj

visto esto me voy a una cafetería de toda la vida donde lso productos son más naturales y menos masificados por publicidad falsa...

saludos

Esa dijo...

Breve historia de esta marca en la ciudad de Salamanca

La marca VALOR presume de ser un lugar de elegancia y distinción incomparable, pero el ‘aroma’ que desprende su franquicia en Salamanca no deja lugar a dudas ¡a valor le importan los Royalties más que la imagen! Es incomprensible que siendo un requisito que los locales tengan salida de humos, en Salamanca consintiera la instalación de su franquicia en un local que por carecer de chimenea extraía los humos y vapores de la cocina directamente a la calle más emblemática de esta ciudad y a los conductos de ventilación de los baños de las viviendas.

Salamanca: año 2003
Protesta de vecinos por la apertura (con el informe favorable del “técnico” competente) de una churrería marca VALOR en los bajos de sus viviendas, sin permiso de la Comunidad y sin posibilidad de cumplir la Normativa vigente en cuanto a ruidos y olores.
Los vecinos acuden a la Justicia y, con pancartas y carteles en sus balcones, protestan por los malos olores y ruidos molestos provocados por los ventiladores y compresores instalados en falso techo del local y a escasa distancia de sus ventanas.

Salamanca. 18 de septiembre de 2007
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León declara nula la licencia de apertura del local. La sentencia del alto Tribunal (Nº 1609) nunca llegó a ejecutarse. Muy al contrario, un mes más tarde, el Ayuntamiento de Salamanca ampliaba en 20 el aforo del abarrotado local acallando de esta manera las continuas denuncias de los vecinos. Y el 22 de enero de 2008 se volvía a conceder, sin previa comunicación a los afectados para posibles alegaciones, nueva licencia de apertura al muy ‘agraciado’ local que con nuevas argucias consigue un nuevo informe favorable del “técnico” del Ayuntamiento

Los vecinos de la Comunidad requieren nuevamente el asesoramiento del Procurador del Común, y con el apoyo de quienes conocen y rechazan el trato de favor a este local, emprenden nuevas denuncias y protestas por ruidos, vibraciones y olores. Además
1.Contra la irregularidad del Ayuntamiento por saltarse el Trámite de Audiencia
2.Contra la franquicia VALOR y dueños del local en Calle Libreros por

•La contaminación de un calentador de gas mal instalado junto a sus ventanas y el peligro de las bombonas que lo alimentan.
•El uso indebido del conducto de ventilación de los baños causando serios problemas ambientales en las viviendas.
•Los efectos secundarios del aire acondicionado que evacua el calor bajo parquets de sus pisos.
•El despropósito de verter las aguas fecales de los váteres del local en misma tubería que recoge las aguas pluviales del hermoso patio interior del siglo XVII del edificio de sus viviendas.

Vivir en esta calle de Salamanca ya no es tan COOL

Anónimo dijo...

Churreria valor, todo el año mal olor

Anónimo dijo...

CHOCOLATERIA VALOR o Como no cuidar al cliente

Fuimos hace unos días a la chocolatería Valor en Madrid en Postigo San Martin 7 y nos fuimos de allí indignados.
Una amiga con su hijo quedó con nosotros allí, hizo cola para entrar y le dijo a la chica que le atendió que esperaba a unos amigos, y le hizo pasar a una mesa grande donde pidió un chocolate y unos churros.
Nosotros llegamos unos 10 minutos después y había cola, y al acercamos a la puerta nos encontramos con un energúmeno de encargado, que al decirle que ya nos esperaban dentro, se dirigió a nosotros de modo chulesco y agresivo diciendo que teníamos que esperar cola como todos, que entrar así como pretendíamos era una falta de respeto hacia los clientes que hacían cola.
No entendía nada, porque mi amiga estaba ocupando una mesa enorme por nosotros y nosotros íbamos a consumir. Nos dijo que era política de la empresa y que no había más que hablar.
Lo primero vaya política de empresa más incomprensible, y segundo que interés por los potenciales clientes que hacen cola y que desprecio por los clientes de verdad, los de dentro (claro como ya han picado y están consumiendo que les den morcilla). Desde luego no entramos y nunca me volverán a ver por allí.

Anónimo dijo...

Me gusta mucho el chocolate y era asidua de San Ginés hasta que descubrí ésta que criticáis. Me gustan mucho más sus churro. Y ¿qué decir del chocolate? He de reconocer que lo de esperar fuera es muy incómodo, y que las reglas de entrada son estrictas.Pero también es verdad que el servicio es rápido y atento, y que si quieres esperas y si quieres no lo haces. En San Ginés, a l menos cuando yo iba, tenías que pagar antes y luego buscarte la vida. Además tenías los traseros de la gente en tu mesa, esperando a que te levantaras. He de reconocer que no es un buen sitio para quedar o para estar tranquilo, pero en mi opinión, es le mejor sitio con diferencia para tomarse un chocolte con churros de Madrid, incluso mejor que la que tienen en Goya.

Anónimo dijo...

Somos de Zamora y esta Semana Santa estuvimos en Madrid y pasamos por esta chocolatería. Tuvimos la casualidad de que delante de nosotros pasó una cosa parecida a la que comenta dos anónimos más para arriba. Al principio nos llamó la atención, la cola era bien larga, pero en cuanto escuchamos al de la puerta explicar porque no dejaba colarse a unos que iban a pasar a ocupar una mesa para esperar a sus amigos dentro lo entendoimos perfectamente.
Es un sistema al menos curioso pero nos dió la sensación de serio y profesional.
Churros y chocolates cuatro días seguidos esperando cola sin ningún problema.